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  1. 133. Gayo Valerio Catulo

Catullus et in eum commentarius M. Antonii Mureti. – Venetiis, Apud Paulum Manutium ..., 1554. -- [4], 134 [i.e. 136], [2] h.

Marca del impresor en portada y al fin.

BUS A Res. 74/5/15 (Piel. – Procede de la donación de José María Valdenebro. – Olim: 25(A)/163)

http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/4211/14

2011_Ant_70_0016

(Portada) Catvllvs. / et in evm commen- / tarivs M. Antonii / Mvreti. / (Marca del impresor) / Venetiis, / apvd Pavlvm Manvtivm, / Aldi filivm. / M. D. L. IIII. / Cum privilegio Pontificis maximi, & Senatus Venetii.

(Al fin, p. 135) Haec / habui, quae in Catullum scriberem : quae si studiosis hu- / ius poetae placebunt, erit, quod mihi gratuler : sin mi- / nus,  nunquam me tamen, praestitisse ea, quae potui, & / morem gessisse uoluntati amicorum, qui hortati me / sunt, ut hoc munus susciperem, paenitebit.

(Pág. 136) Errata quaedam (...)

(Colofón, p. 137)  REGISTRVM. / (...) / Omnes sunt quaterniones, praeter * (Cuaternión inicial) qui est / duernio , & R , qui est / quinternio . / Venetiis, apvd Pavlvm Manvtium, Aldi Filivm. M. D. L. IIII.

(Al fin) (Marca del impresor)

             [4], 134 [i.e. 136], [2] h.; 16 cm. (8º)

Este libro es la primera edición del Catulo de Marc-Antoine de Muret (Limoges, 1526 - Roma, 1585), mejor conocido como Muretus, que versa sobre el primer gran renovador de la poesía romana: el poeta Gayo Valerio Catulo (Verona, c. 87 - c. 84). Esta edición salió de las prensas de Paolo Manuzio (1512-1574), hijo de Aldo Manuzio, en el año 1554. Muretus fue amigo de Julio César Scaligero, al que consideraba como un padre. Desde 1552 estudió e impartió clases sobre Catulo y otros poetas en París, y entre su audiencia se encontraban los jóvenes poetas que constituirían La Pléiade, como Pierre de Ronsard o Joachim du Bellay. Muretus poco después fue acusado de hereje y homosexual, por lo que debió huir a Venecia, donde trabó amistad con el hijo de Aldo Manuzio, Paolo, y fue él quien animó a Muret a escribir pronto este comentario, que de hecho concluyó en poco menos de tres meses, según declara en su dedicatoria al poeta Bernardino Loredano: “hoc tamen, quicquid est, trium mensium aliquanto etiam minore spatio absoluerim. Nunc has uigilias meas, Bernardine Lauredane, multae sunt causae, quamobrem tibi dicatas uelim”. Muretus tenía una marcada personalidad artística, más que puramente erudita, lo cual se trasluce perfectamente en su comentario, compara frecuentemente con los modelos griegos, y considera el poema de la Emasculación de Atis (como Harold Bloom) una de las joyas de la literatura universal. Como editor era más bien conservador, y no admitía conjeturas, digamos, de “lucimiento.”  Como comentarista era difícil rivalizar con su sensibilidad, y por tanto su obra pronto quitó la primacía a las de Antonius Parthenius (1485) y Alexander Guarinus (1521).

Como podemos ver en fol. 24 vº y siguientes, a esta primera edición de Muret (no, como se cree, a las posteriores) se debe la famosa inclusión, contra la autoridad de los códices, de los poemas priapeos XVIII, XIX y XX: una anécdota que no por conocida es menos extraña en un crítico textual tan respetuoso con la transmisión. Los editores modernos han restituido estos poemas a su lugar, a saber, al Corpus Priapeorum (vid. Ficha 137). Las reimpresiones y reediciones (15582) de Muretus fueron tan numerosas como su comentario merecía. Sin restar valor a las aportaciones de Parthenius (1485, 14912), Palladius Fuscus (1494), Avantius (1495), Guarinus (1521), Statius (1566), Scaliger (Castigationes in V. Cat. librum, 1577), Graevius (1680, II), Vossius (1684), o Vulpius (1710 y 1737), el comentario de Muretus permaneció en la imprenta, en ediciones, reimpresiones o ediciones compuestas hasta las primeras décadas del siglo XIX: 1554 (con los Priapeos arriba mencionados), 15582 (con los Priapea, Tibullus y Propertius), 1559[1], 1562, 1579, 1582, 1593, 1604, 1608, 1659, 1680, y 1822.

Y por una de esas hermosas casualidades, o quizá causalidades, que ayudan a hacer la vita vitalis (“vida vivible,” Cicerón), y así consta en el ex libris, quiso el destino que esta joya bibliográfica fuera donada a nuestra excelente Biblioteca Universitaria Sevilla por un insigne bibliotecario de ella, don José María Valdenebro y Cisneros (1861-1925), famoso autor de La imprenta en Córdoba (BUS H HAZ/1763) y mecenas de “inolvidable memoria, y sevillano bueno y culto.” (cf. Antonio Palma Chaguaceda, El historiador Gonzalo Argote de Molina, 1949, p. 5).

Ha querido también el mismo azar o destino que don José María fuera precisamente el tío abuelo de la actual directora de nuestra Biblioteca, doña Adela Valdenebro García de Polavieja, por la cual hemos sabido que don José María fue, además, bibliotecario en la Biblioteca Nacional y en la de Zaragoza. Eminente bibliógrafo y bibliófilo experto y entusiasta, donó su valiosa biblioteca personal a la Universidad de Sevilla, donde hoy se conserva.

Ana Pérez Vega

GAISSER, J. H. “Catullus, Gaius Valerius”, en BROWN, V. - CRANZ, F. E. - KRISTELLER, P. O. (eds.) Catalogus translationum et commentariorum: Mediaeval and Renaissance Latin Translations and Commentaries. Annotated Lists and Guides, Washington: The Catholic University of America Press, 1980, vol. VII, p. 197-292. PÉREZ VEGA, A. - RAMÍREZ DE VERGER, A. (eds. ) C. Valerii Catulli Carmina. Catulo, Poemas. Huelva: Fundación El Monte, 2005.

 

[1] De esta de Lyon, 1559, también se conserva ejemplar en la BUS, A Res. 12/6/09; así como la Elzeviriana de Amsterdam, 1651 (BUS A 075(242)/008).